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martes, 6 de abril de 2010

VIDAS ROTAS

“Vidas rotas” - Historia de los hombres, mujeres y niños víctimas de ETA-
Arduo trabajo de investigación de Florencio Domínguez, Rogelio Alonso y Marcos García Rey. Vidas rotas es un libro sobre las víctimas del terrorismo, personas que ya no están entre nosotros, que de una forma u otra al leer sus nombres en este libro, muchas de las cuales llegué a conocer personalmente, te hace querer volver a leerlo y recordar como eran, los buenos momentos, los no deseados o difíciles, los buenos trabajos que, en tiempos escarpados, salieron con éxito y los malos en los que, desgraciadamente, se perdía algo tan valioso como la vida de un compañero o parte de su integridad. Como quiera que sea, este libro me hizo recordar y volver a la memoria a muchos compañeros y/o personas que ya no están entre nosotros. Sintiendo y notando bien claro y alto que “nadie muere mientras no se le olvida”.
Vidas rotas saca a la luz con cierto rigor y veracidad los nombres y apellidos de personas que fueron afectadas por la violencia y sinrazón del terrorismo. Personas que ya estaban en el olvido de mucha gente, no en la de los afectados, ni en la de los familiares, ni en la de los amigos, ni en la de los paisanos, ni en la de las personas de buena fe que, de una u otra forma los conocieron, pues, para esa gente que, vulgarmente, “pasan” o que no lo sienten porque no les tocó de cerca, el leer este libro les hará saber, y recordar quienes fueron las victimas y quienes los verdugos, por qué fueron victimas, si es que existe una razón explicable y lógica de racionalidad humana que sea capaz de contextualizar la pérdida de una vida o parte de su integridad física por los inhumanos objetivos del terrorismo.
Este libro expone el año y la época en la que se produjo el atentado, introduce y analiza datos de cómo se producen, de la respuesta ciudadana y de los partidos políticos. Igualmente, introduce cuadros y mapas estadísticos del horror con el que ETA ha tratado de romper, incluso, la convivencia entre los pueblos de España, a miles de familias, las ha dejado rotas y, es mas, las ha dejado en una obligada lucha para tratar recomponer esa fractura irrecomponible.
Vidas rotas habla de los orígenes del terror, de varias de sus fases o etapas en España y en Euskadi, de varias definiciones de víctima del terrorismo, de opiniones de partidos políticos, de sufrimiento, de resistencia, de impotencia, de rebeldía cívica, de dolor, de reparación, de dignidad y del significado moral y político de las víctimas del terrorismo y los límites que no se pueden traspasar sin dejar de insultar su memoria. Si bien, los autores en el prólogo sientan las bases de lo que entienden deben ser los principios para construir una Memoria de las víctimas del terrorismo digna de tal nombre. A destacar: “la deuda que la Democracia vasca y española han contraído con las víctimas porque el sacrificio de tantos ha contribuido al fortalecimiento de la democracia vasca y española y por lo tanto esto exige obligaciones morales y políticas”
Las propias y actuales víctimas, los ciudadanos, los políticos, todas las instituciones y, en general, la sociedad entera, son y serán en el futuro, responsables de que la Memoria honesta de las Víctimas del terrorismo triunfe sobre cualquier interés político o ideológico y, sobre todo, para evitar que haya nuevas víctimas por ideales derroteros inexplicables e inconcebibles.
Es muy, pero que muy duro el luchar día tras día para tratar de recomponer las vidas destrozadas que deja el terrorismo desde el momento en que se produce el hecho criminal por cual, posteriormente, te nombran Víctima del terrorismo.
Las victimas del terrorismo hemos contribuido con nuestro silencio sosegado y contenido a forjar la democracia, solamente por ello, por nuestras pérdidas, por nuestras minusvalías, por nuestras desfragmentación de o con la sociedad, esta, está en deuda con nosotros. Quien no otorgue su voto o su apoyo a las Víctimas del terrorismo es como si realmente estuviera apoyando el ejercicio de la violencia.
Las victimas del terrorismo solamente pedimos justicia sin favoritismos. No queremos más nuevos libros como el de “Vidas rotas” ni que este se amplíe, con uno ya es suficiente. Sin embargo, como ya he dicho anteriormente, su lectura es un claro acto de homenaje a las Víctimas del terrorismo, no sólo por el contenido en si mismo, si no también por el rigor con el que se llevado a cabo y, por el apoyo incuestionable de mi gran amigo el acreditado y célebre historiador Fernando García de Cortazar, quien además, está sufriendo, personalmente, las amenazas y los inconvenientes del terrorismo.
José María Antón

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